En
su época el excéntrico
ingeniero eléctrico Nikola Tesla predijo
muchas tecnologías que en ese tiempo parecían locuras sacadas de historias de
ciencia ficción, sin embargo, en décadas recientes han sido desarrolladas y algunas
que aún están en desarrollo. Él fue considerado un científico loco por sus
extraordinarias afirmaciones acerca de la posibilidad de desarrollos
tecnológicos improbables, como el "rayo de la muerte", un arma capaz
de disparar haces de partículas; o el "Teslascopio", un invento que
permitiría la comunicación con seres de otras galaxias, ya que él estaba
convencido de que existían formas de vida inteligentes en diferentes dimensiones;
esto no le ayudaría delante de los inversionistas y científicos de esos días.
Esa reputación contribuyo a que no se completara el proyecto conocido como la Torre Tesla, cuyo nombre real era La Torre Wardenclyffe, en honor a James S. Warden, un banquero y abogado que compro terrenos en Shoreham (Long Island) de los que ofreció al ingeniero 200 acres (81 hectáreas) de terreno junto a una línea de ferrocarril para que edificara su construcción de telecomunicaciones y laboratorio; que a pesar de ser un plan ambicioso y adelantado a su época, J. P. Morgan principal inversor perdió el interés en la idea cuando Guillermo Marconi logró realizar transmisiones de radio en un menor periodo de tiempo.
Pero
sus ideas no tenían aplicaciones prácticas, hasta ahora, cuando se comenzó a
invertir en esos tipos de tecnologías olvidadas en aquel tiempo, como la
corporación Witricity, dirigida por la Doctora Katie Hall. Creada para
desarrollar la tecnología sin cables.
No obstante, la energía eléctrica inalámbrica no se ha implantado como tal, todavía. Aunque ya existen adelantos al respecto, el futuro nos ofrece múltiples aplicaciones donde podría ser utilizada, por ejemplo, la verdadera carga de nuestros dispositivos móviles sin cables, que ya está en desarrollo, la iluminación en nuestras casas mediante un campo magnético, o el que los automóviles eléctricos comiencen a cargarse mientras esperen el cambio de luz en los semáforos.
Post
Data: No es difícil imaginar un mundo en el que cada vez se dependa menos del
uso de los cables, como se avizora en un futuro a corto plazo, eso no solo nos proporcionaría
una gran ventaja desde el punto de vista estético, al no tener las típicas enredaderas
que se hacen en nuestros hogares y sitios de trabajos a consecuencia de todos
los artefactos que utilizamos, también implican otros beneficios. Imaginemos
por un momento que en todas partes se use la tecnología inalámbrica, en automóviles,
smartphone, electrodomésticos, computadoras, en resumen, en cualquier dispositivo
que use energía, disminuiría enormemente la contaminación al dejar de usar combustibles
fósiles, que ya representa quizás uno de los mayores beneficios que podríamos tener,
la recuperación de gran parte de nuestro medio ambiente, el contar con aparatos
que carguen todos elementos que utilizan energía a disposición de todos en todo
momento, en lugar de estar preocupados porque nos quedaremos sin electricidad, podría
ser otro beneficio con el que contaríamos si se decidiera hacer la inversión necesaria,
que es bastante alta, si lo es, poner en funcionamiento una infraestructura de
la magnitud que se necesita acarrearía gastos enormes y un esfuerzo colectivo
sin precedentes, no obstante, la recompensa seria de proporciones inimaginables,
y se disfrutaría casi de inmediato, mientras el trabajo disminuiría a medida se
avance…