Al
advertir el daño que le estamos haciendo, los seres humanos, al medioambiente
por el uso indiscriminado de los recursos del planeta, muchas organizaciones y
personas particulares, se han dado a la noble tarea de promover el uso de otras
fuentes alternativas de energías menos dañinas, como por ejemplo la
electricidad en lugar de los combustibles fósiles, que está siendo utilizada en
la actualidad cada vez con mayor frecuencia en los automóviles más modernos, para
muestra de esto tenemos los vehículos eléctricos fabricados por Tesla, Inc.
En
la actualidad es casi imposible imaginar a nuestra sociedad sin una fuente de
energía, a pesar de que su uso a nivel industrial apenas comenzó a finales del
siglo XIX, no obstante, el generarla no es tan fácil como se podría alcanzar a
pensar por la velocidad con la que realiza el rápido viaje desde las centrales
eléctricas, donde se crea, hasta llegar a todos los sitios en el que la utilizamos,
el procedimiento para que esto suceda es a su vez muy largo. A grandes rasgos
podemos describir el proceso diciendo que primero deben ser generada en una central
a partir de energías primarias, por ejemplo, el viento, la radiación solar o
las mareas que son llamadas renovables o el carbón, el gas natural o el
petróleo que son las no-renovables; después transmitidas a las subestaciones
para transformarla a una tensión eléctrica adecuada, y finalmente ser distribuida
a los hogares de la zona más próxima de cada subestación respectivamente.
Sin embargo, el precio de instalación era tan elevado que se había convertido en el primordial obstáculo para su puesta en práctica, lo que ha estado cambiando con el paso del tiempo debido precisamente a la creciente demanda de estos y a los avances tecnológicos que han habido, al punto de que la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China tiene planeado realizar un proyecto para enviar a la órbita terrestre una planta fotovoltaica, siendo el principal reto que enfrentan el cómo conseguir devolver al planeta la energía que se produzca, y en 2016,el CEO de Tesla inc. Elon Musk compró SolarCity, el mayor instalador de paneles solares residenciales de Estados Unidos en ese momento y lo convirtió en Tesla Energy.
Según la compañía dos de estos nuevos paneles, que denominaron Rexi, pueden generar suficiente agua para una familia de entre cuatro a seis miembros y al estar conectados a una aplicación móvil, los tendría informados de la cantidad generada, su calidad, sus niveles de reserva y de cuando es necesario darles mantenimiento. Aunque el costo de instalación aun no permite que resulte accesible para todas las personas es una tecnología de la que podría traer múltiples beneficios al planeta y a sus habitantes, por lo que esperemos que en un futuro cercano sea más que una posibilidad para algunos se convierta en una herramienta para mejorar el mundo que conocemos…
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Data: En noticias recientes se puede notar como en otras partes del mundo ya
esta tecnología esta tomando cada vez mas fuerza debido a los últimos avances
en este sector, sumado a lo costoso que se esta volviendo el mantener los
suministros tradicionales de energía eléctrica. En nuestro tiempo el no contar con
una fuente de poder que nos provea de electricidad es algo que escandalizaría a
muchos a pesar de que solo llevamos unos siglos de estar usándola se ha
convertido en un poderoso instrumento con el que se mueve a nuestra sociedad, lo
que hace mas necesario el buscar nuevas formas de adquirirla, esperemos que en
un futuro cercano se cumpla el sueño del ingeniero eléctrico Nikola Tesla y
podamos disponer de corriente gratuita en todos los rincones del mundo…