MIRA, el robot cirujano que operara en el espacio…

0
A finales del siglo pasado se originó un cambio en la medicina moderna con la llegada de la cirugía endoscópica, debido a que el cirujano ya no tendría que observar, ni tocar los tejidos u órganos directamente para realizar determinadas operaciones, sin embargo, también trajo consigo restricciones importantes a considerar, por ejemplo, la pérdida de las sensaciones de profundidad, táctil y de fuerza, además de la merma de la coordinación natural ojos-manos, con la resultante disminución de la destreza manual. Todo esto, produjo la necesidad de buscar la forma de superar y eliminar las limitaciones técnicas que impedían aumentar y extender las capacidades de los cirujanos, que usaban este nuevo método como una mejor alternativa a la incisión convencional, por ser menos invasiva, lo que causo, en el transcurso de los años, el desarrollo de los llamados robots quirúrgicos.
 


Estos aparatos creados esencialmente con el propósito de ser una herramienta que ayudaría a mejorar la destreza y la capacidad quirúrgica en la cirugía laparoscópica, para disminuir la falta de precisión que se origina de la reducción de la habilidad del cirujano para la manipulación terapéutica, producto de la pérdida de la sensación de profundidad que provoca la visión en dos dimensiones. En la actualidad disponen de un sistema interactivo que es tan veloz e intuitivo que la computadora desaparece de la mente del especialista, percibiendo el entorno generado como real, proporcionando una considerable mejora en la seguridad, permitiendo que se realicen manipulaciones que, sin este método, en algunos casos sería imposible realizar.

 


Sin embargo, uno de los motivos que impulsó el desarrollo de los robots quirúrgicos con mayor fuerza, fue el nacimiento del concepto de telecirugía o la llamada cirugía de telepresencia que surgió de las investigaciones promovidas por el ejército y por la agencia espacial del gobierno de los Estados Unidos. En el caso de La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como NASA, fue para permitir que se interviniera en situaciones de urgencias quirúrgicas a los astronautas dado el enorme costo que supondría evacuarlos a la tierra e incluso la práctica imposibilidad de hacerlo. En el otro tema, para poder operar a los soldados heridos en el campo de batalla, desde un sitio remoto y seguro, ya que muchas de las muertes en combate se producían en los militares que no habían podido ser evacuados a los hospitales de retaguardia, mientras que muy pocos morían, con las mismas heridas, si conseguían abandonar la zona a tiempo.

 


Aunque se demostró experimentalmente la posibilidad y la eficacia de este sistema en modelos animales, la conexión vía satélite impedía llevar a cabo las operaciones medicas en el campo de batalla con las necesarias condiciones de seguridad. Sin embargo, Cirujanos generales que se iniciaban en la utilización de las cirugías laparoscópicas comprobaron el potencial que poseían estos sistemas robóticos para mejorar en las principales limitaciones que poseía ese modelo de operación. El verdadero valor del prototipo militar estaba realmente en el hecho de que establecía el primer paso para poder alcanzar posibles soluciones técnicas que resolvieran las importantes restricciones que tenía el tipo de intervención quirúrgica naciente. Sumado a esto un grupo de investigadores de la NASA y de su Centro de Investigación Ames Research Center, aplicaron sus avances sobre realidad virtual en los que trabajaban, para el desarrollo de la llamada cirugía de telepresencia o telecirugía.

 


Hoy en día, la cirugía con robot dejó de ser ciencia ficción para convertirse en una realidad y su aplicación práctica ha quedado demostrada en procedimientos complejos, con un bajo índice de suspensión de la técnica robótica para completar la operación por métodos convencionales y escasas complicaciones, no obstante, eso no los transforma automáticamente en el actual “Estándar dorado” del tratamiento. Su elevado costo es uno de los principales problemas para la expansión, principalmente en los países de menores recursos.

 


Por otra parte, estas máquinas no son autónomas, con la capacidad de realizar toda una cirugía por ellas mismas, ni resolver un problema dado con instrucciones preprogramadas. Sólo transforman los movimientos humanos en acciones robóticas sumamente estables, precisos y delicados, complementando o mejorando las habilidades del cirujano, por lo que el continúa siendo el protagonista y mayor responsable de la sala de operaciones, y su experiencia, como en cualquier técnica quirúrgica, es la que finalmente determinará los resultados.

 


Ahora bien, tanto los científicos como algunos empresarios multimillonarios están luchando por ganar la carrera cósmica para llegar a Marte, con todas las implicaciones que esto genera y la posibilidad de que alguno de los tripulantes de alguna misión sufra cualquier enfermedad o condición clínica que amerite de algún tipo de intervención. Los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) pueden regresar a la Tierra en cuestión de horas para recibir asistencia médica a bordo de un cohete de emergencia. Por el contrario, si el astronauta lesionado se encuentra en la base lunar o este camino al planeta rojo la situación cambia por completo, debido a que no le será posible volver a nuestro globo terráqueo tan fácilmente.

 


Para corregir esta situación, la NASA anunció a el robot cirujano MIRA que cuenta con dos brazos instrumentales y se puede controlar a distancia. En el espacio, sobre todo cuando la Tierra permanece lejos, como en el caso de una misión a Marte o en una base lunar, una urgencia médica imprevista que exija cirugía inmediata logra resultar un problema muy difícil o imposible de resolver. Esto llevo el equipo de Shane Farritor, de la Universidad de Nebraska-Lincoln en Estados Unidos, ha diseñar el dispositivo con el propósito de realizar operaciones quirúrgicas a astronautas fuera del planeta y será enviado a la Estación Espacial Internacional (ISS) en 2024, donde participará en una serie de pruebas para verificar su validez y comprobar si hay cosas en él que podrían mejorarse.

 


MIRA, al igual que casi todos los robots que realizan intervenciones médicas en la Tierra, actúa bajo la guía de cirujanos humanos. Cuando opere en el espacio, se hará a distancia, y no necesariamente en tiempo real, porque una lejanía lo bastante grande del planeta puede impedirlo, por eso, se trabaja para que la autonomía del robot pueda llegar a ser considerable sin que su labor se resienta por ello. Pero su independencia es más una aspiración a largo plazo. Por el momento, el proyecto se centrará principalmente en perfeccionar las habilidades manuales del dispositivo en un entorno de gravedad cero.

 

MIRA, cuenta con un cuerpo central del que surgen dos pequeños brazos flexibles terminados en sus respectivas pinzas metálicas, que pueden girar 360 grados y además sirven como los precisos dedos de este cirujano artificial. También posee un sistema de grabación endoscópico, ubicado entre las dos extremidades, formado por un cable con cámara y luz LED que transmite la operación hasta el control. 

Post Data: Esperemos que el proyecto marque el inicio a otros proyectos más sofisticados que contribuyan a la salud de los seres humanos en cualquier lugar en el que se encuentren, garantizando la vida aun en los sitios mas remotos donde es casi imposible hacerlo en la actualidad. Esto sería una nueva y muy buena demostración de lo que la tecnología puede lograr como una herramienta en beneficio de todos nosotros…

Tal vez te interesen estas entradas

No hay comentarios